Kab’e kan o Cabracán: un nombre para temblar

De CNB
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
Busca en cnbGuatemala con Google

mam | español
Kab'e kan - carátula.png

Kab'e kan p1.png

—¿Saben por qué nuestro pueblo se llama Cabricán?

La pregunta venía de Don Tono, quien sentado con sus hijos en el patio de la casa, veía caer el sol sobre el volcán de Tajumulco.

—La mera verdad no sabemos, papá.


Kab'e kan p2.png

—Hay un libro muy antiguo —comenzó a narrar el papá—, el libro sagrado de nuestros antepasados, que se llama Pop U’j. Ahí aparece Cabracán, el Dios del fuego, del relámpago, del viento huracanado y del temblor.

—¡Del temblor!, pero yo tengo miedo al temblor y tiene su Dios, —dijo uno de sus hijos.


Kab'e kan p3.png

—No hay nada de qué asustarse —respondió el padre—; cuando la tierra tiembla suave, es porque Cabracán mueve el dedo pequeño; pero si moviera el dedo gordo, nos moriríamos todos.

—Esa historia me hace temblar papá, dijo el hijo más pequeño; mejor vámonos a casa, que ya está entrando la oscuridad.


Kab'e kan p4.png

Sentados alrededor del fuego, Don Tono siguió contando otra historia sobre el nombre de Cabricán.

—Por este lugar pasaban personas que iban hacia la costa. Los viajeros, asustados, decían haber visto una culebra de dos cabezas.

—Uy papá, usted sí nos quiere asustar.

—Calma —dijo Don Tono—, déjenme terminar.


Kab'e kan p5.png

—Cada vez que pasaban, encontraban en el camino una culebra de dos cabezas, pero en realidad no era una culebra de dos cabezas, eran dos culebras enredadas, por eso los pastores decían “Kab’e Kan”

Ahora ya saben de dónde viene el nombre de nuestro pueblo de Cabricán. El libro de nuestra historia se sigue escribiendo...