El papel del adulto en el aprendizaje significativo

De CNB
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
Busca en cnbGuatemala con Google

Para que el desarrollo de la capacidad para generar nuevos conocimientos y aplicarlos en un entorno determinado sea evidente en los estudiantes, es necesario que el docente:

  • sea orientador (a) y facilitador (a) del desarrollo; su meta es promover el aprendizaje significativo y activo del estudiante;
  • facilite materiales y propicie situaciones de aprendizaje para que los estudiantes seleccionen lo que desean hacer;
  • proporcione la estimulación necesaria para que los estudiantes planeen lo que van a hacer y cómo van a hacerlo;
  • prepare el escenario para las experiencias haciendo las preguntas y sugerencias pertinentes;
  • permita que los estudiantes descubran, por sí mismos, las relaciones esenciales sin imponer sus ideas o concepciones;
  • proporcione alternativas para que los estudiantes seleccionen y elijan cómo hacer lo que deben hacer. Evite dar respuestas o soluciones;
  • estimule a que los estudiantes hablen de sus conocimientos, de lo que hacen y cómo lo hacen, para hacerles conscientes de la relación esencial;
  • responda aquellas preguntas que los estudiantes y las niñas directamente le hagan, procurando revertir el procedimiento para que sean ellos quienes encuentren por sí solos la respuesta.
  • otorgue la ayuda necesaria cuando los estudiantes demuestren dificultad al resolver los problemas por sí mismos y cuando los procedimientos metodológicos cotidianos no permitan encontrar la solución;
  • trabaje conjuntamente con el estudiante cuando haya dificultades en la solución del problema, activando su zona de desarrollo potencial.

Como puede verse, la base del aprendizaje significativo y activo está en la labor conjunta del docente y el estudiante que aprende mediante un proceso en el que, de manera situada y activa, realiza su propio proceso de aprendizaje.

Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.

Crecimiento o aumento en el orden físico, intelectual o moral.

Incitación o excitación para iniciar o para avivar una actividad.

Conjunto de acciones (formas de actuar o de resolver tareas), con un orden, plan o pasos, para conseguir un determinado fin o meta. Se trata de saber hacer cosas, aplicar o actuar de manera ordenada para solucionar problemas, satisfacer propósitos o conseguir objetivos. Forman los contenidos procedimentales.